Este Weblog se dedicará a mostrar distintos lugares de nuestra Tierra. Este será por el momento su viaje virtual.

28.10.05

Lago Lolog


Este Lago que se observa es el Lago Lolog situado a unos 12 Km. de San Martín de los Andes. Por estos lugares paso mis vacaciones en verano. Este lago se encuentra en el Parque Nacional Lanin ubicado en la provincia de Neuquén, posee variados bosques, muchos de ellos no presentes en otras partes del territorio argentino. Es muy conocido por el volcán Lanín y por las opciones de turismo aventura que ofrece. San Martín de los Andes, su ciudad cabecera, tiene una gran infraestructura turística. Por otro lado hay varios lagos muy lindos como el Lago Lacar, el Lolog, el Huechulafquen, el Quillen y muchos otros. Pero ahora me voy a interesar por el Lolog.

De cómo se hizo el lago Lolog

En los tiempos de antes había, en el lugar donde está hoy el lago Lolog, otro mas chico que los indios llamaban Paila-Kó, que quiere decir agua tranquila. Ese "lago dormido" era visitado a menudo por una paisana de una tribu araucana que tenía sus toldos ahí. Era una muchacha muy bonita, a quien le gustaba ver su imagen en las aguas al bañarse allí y se peinaba después con un peine de oro o buscaba mejillones y cangrejos en las aguas serenas. Era la única muchacha de ese paraje que visitaba a menudo el "laguito tranquilo", circundado por un Menuko (ciénaga donde pueden hundirse las personas o animales) muy grande, que sólo los iniciados podían pisar sin peligro. La pequeña pescadora estaba siempre contenta y cantaba y era la alegría de sus viejos padres. Cierto día, cuando la muchacha contemplaba su reflejo en el lago al peinar sus cabellos de oro, distinguió en las aguas una cabeza masculina que la asustó mucho. A poco, salió de las aguas un hombre de aspecto noble y extraña vestimenta, quien la acompañó hasta su casa y les dijo a sus padres que se llevaría a la muchacha a sus dominios. -Soy un rey -dijo- y necesito una reina... Los padres de la muchacha no querían consentir: pidieron gracia, lloraron, gritaron, pero la pequeña pescadora tenía muchos deseos de irse con el extranjero... A ella, el hombre surgido de las aguas le parecía hermoso y además estaba muy elegante, con su traje ceñido de muchos colores, y hecho con finísimas sedas. Alrededor del cuello lucía puntillas tan delicadas que resultaban transparentes. El idioma que hablaba era un poco distinto que el de ellos pero lo entendían. Los pobres padres se quedaron muy tristes cuando se llevaron a la muchacha y pasó un año sin que supiesen de ella. Un día apareció en la ruka (casa mapuche) suntuosamente ataviada, justo al año de su partida. La muchacha se negó a responder a todas las preguntas que le hicieron y sólo dijo: - No puedo quedarme mucho tiempo con ustedes porque me espera mi esposo el rey. Lo rodean las mujeres mas hermosas que se puede imaginar, pero yo soy la mas linda de todas y es a mí a quien quiere mas que a nadie. No se preocupen por mí, soy feliz. Sólo los extraño a ustedes. Pero los visitaré todos los años. Ahora tengo que irme. Que vivan muy contentos hasta mi regreso. La madre de la muchacha lanzó un grito y la aferró para que no se marchase. El Chau (padre) viejo atrancó la puerta de la ruka y se puso de espaldas contra el tronco que sujetaba el cuero. Los dos le pidieron a la muchacha que se quedara ya que ella era su única alegría y ellos estaban muy viejos. Pero cuando la muchacha se esforzó en apartar al Chau de la puerta se oyó el estallido del trueno, tan violento, que la tierra tembló. Una aparición, un ser de algún mundo desconocido se presentó, tomó a la muchacha y se la llevó. Un velo suave y liviano como los copos de la nieve cubrió a los padres. La vieja paisana se acercó el velo a la cara, también lo tomó el Chau y en ese preciso instante la ruka empezó a hundirse poco a poco, con los indios adentro. La tierra temblaba mas y mas y todo el Menuko se fue hundiendo. Sólo el laguito Paila-Kó quedó, pero se fue agrandando mas y mas hasta engullirse el gran reino del paraje de Menuko. La ruka de los indios está ahora en el fondo del lago y siguen viviendo eternamente porque el velo de la muchacha los envolvió. Los antiguos creen que esa pareja suele verse en el fondo del lago que han llamado Lolog porque ocupa una depresión en la tierra, llaman a la muchacha "Almita" y dicen que no conviene herir su memoria ni molestar su espíritu con un exceso de curiosidad.....

Espero que esta leyenda les haya gustado y en breve se irán agregando otras nuevas.

La Selva de Irati (España)

 

lo espero hasta su proxima visita